Palabras Ociosas

Una de las cosas que más nos pueden ayudar a prever si alguien conoce o ha sido conocido por el Señor, es su forma de hablar. Al principio se nos puede llegar a confundir, con un “relamido y cristiano” lenguaje, pero a la larga se manifestará lo guardado en el corazón, y lo tendremos mucho más claro; porque de la abundancia del corazón (COMO TODOS SABEMOS) habla la boca. (Lucas, 6:45)

Y de esa abundancia (de palabras) en ocasiones salen palabras ociosas, incluso de la boca de creyentes. Y tal vez de nuestra propia boca. Palabras inútiles, sin fruto y ni provecho. Palabras que dañan, que acusan y juzgan. Palabras que levantan murmuraciones y críticas. Palabras que dan pábilo a los chismes. Palabras de las que tendremos que responder delante del Señor si a tiempo no las enmendamos.

Más yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio.  (Mateo, 19:36)

Por lo tanto, para no tener que dar cuenta de alguna palabra ociosa, atendamos a la sabiduría que el Señor le dio a Salomón y que este reflejó, en los proverbios que escribió:

El que guarda su boca y su lengua. Su alma guarda de angustia.  (Prov. 21:23)

¡¡PIÉNSALO!!

 

2 comentarios sobre “Palabras Ociosas

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