En la epístola que el apóstol Pablo les dirige a los filipenses, este les recomienda como a continuación vamos a leer, que lo que aprendieron, recibieron, oyeron y vieron en él, lo hicieran; para que el Señor (Dios de paz) estuviera en ellos.
Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará en vosotros. (Fil. 4:9)
Es como si nos diera a entender que la audición de la Palabra que predicamos, tiene que ir acompañada del cambio visible que esta produce en nosotros; para que haya una profunda convicción en los que nos oyen, y nos observan, y que esta convicción redunde en la paz de Dios en sus corazones.
Como si de una formula matemática se tratara: Audición + Visión = Convicción.
Porque la gente necesita además de oír, ver que llevamos a la practica en nuestro diario vivir, todo aquello que predicamos, y ser por ello, luz para el mundo.
Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos. (Mateo, 5:16)
¿Podrías pensar en ello?
Dios lo siga bendiciendo hermano.
Sus artículos con edificantes, y por demas, llenos del Espíritu de Dios.
Saludos desde Caracas, Venezuela
Es increíble lo extenso de este artículo! y cuánta verdad encerrada como la clave: » lo que aprendiesteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí,… » .Tal vez no lo pillamos antes, porque ni aprendemos, ni sabemos recibir, no oímos con claridad y ni mucho menos vemos. Quizá sea porque todo eso dice que lo adquirimos en Él, y para eso hay que estar muy cerca, pegaditos y dependientes, humildes y obedientes buscándole sin cesar.
!Te necesitamos Señor porque la carne es débil aunque el espíritu esté dispuesto. !Ayúdanos y cambianos!
Gracias por la Palabra Antonio, Bendiciones para toda tu casa y para tí.