El Reino de los Cielos se ha acercado.

 

 

Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio. (Hechos, 3:19)

Todos sabemos que tanto Juan el Bautista como Jesús, iniciaron su ministerio predicando y diciendo:

Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.(Mateo, 3:2, 4:17)

Comisión que les encargó Jesús a sus discípulos, durante su “entrenamiento” para poder ejercer su apostolado con eficacia:

Y saliendo, predicaban que los hombres se arrepintiesen.(Lucas,  6:12)

Al igual que antes de ascender a los cielos, les recordó Jesús también a sus discípulos, que predicaran en todo lugar, el arrepentimiento y el perdón de pecados:

Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras; y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día; y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén.(Lucas, 24: 45-47)

Y como podemos comprobar, estos cumplieron al pié de la letra lo que su Maestro y Señor les encomendó:

Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos? Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo. Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.(Hechos, 2:37-39)

Por lo cual, oh rey Agripa, no fui rebelde a la visión celestial, sino que anuncié primeramente a los que están en Damasco, y Jerusalén, y por toda la tierra de Judea, y a los gentiles, que se arrepintiesen y se convirtiesen a Dios, haciendo obras dignas de arrepentimiento.  (Hechos, 26:19-20)

Pero ¿qué es o qué sentido tiene el arrepentimiento para que se incida tanto en ello? ¿Es que no es suficiente creer en Jesús para entrar en el reino de los cielos?

Pues parece ser, que si Jesús, al igual que Juan el Bautista y posteriormente los apóstoles creían que la base para la conversión y el perdón de los pecados era el arrepentimiento, sin esa base, toda creencia en Jesús puede llegar a ser además de endeble, mudable, si es que no va acompañada de una sincera renovación de nuestra mente, que parece ser, solo se consigue a través del arrepentimiento. (Gal. 2:18)

Porque el arrepentimiento conduce a una nueva y diferente actitud en cuanto a Dios, al juicio de uno mismo y a los propios actos.(Gal. 2:20)

Ya que, quien se arrepiente cambia de opinión y deja de ser consecuente con una determinada y tal vez, férrea actitud, abriéndose a nuevos y mejores horizontes, y en el caso que nos atañe, al reino de los cielos.

Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento. (Lucas, 15:7)

Y de esto es de lo que se trata, de que cada vez haya más gozo en el cielo, al arrepentirse (habemos muchos) pecadores, a través de la predicación del evangelio de Jesucristo, porque el Señor no desea que nadie se pierda.

El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. (2ª Pedro, 3:9)

Labor (la de predicar) que ha sido encomendada a todos aquellos que habiéndose arrepentido de sus pecados y renacidos por la Palabra de Dios, siguen los pasos del Señor Jesús en una vida nueva, ya que, si alguno está en Cristo, nueva criatura es. (2ª Cort. 5:17)

Y si se es nueva criatura, al igual que los que nos precedieron en Cristo, alzando la voz, sin tapujos, debemos proclamar a diestra y a siniestra:

Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.

El resto lo hace el Señor a través del Espíritu Santo.

 

Que la Gloria sea siempre para nuestro Dios.