También es necesario que tenga buen testimonio de los de afuera,para que no caiga en descrédito y en lazo del diablo. (1 Timoteo 3:7)
En cierta ocasión fui invitado a visitar una congregación hermana; el varón que me presentó a la congregación, un obrero de ella, hizo una breve introducción, ensalzando la figura de Jesucristo, terminando su exposición con estas palabras: “poned vuestros ojos en el Señor Jesucristo, el no os puede fallar; no me miréis a mí, yo es posible que os falle, soy humano.”
Observé que entre los asistentes al servicio, habían algunas personas que no asistían con regularidad a los cultos, a pesar de ser miembros de la congregación; otros lo hacían por primera vez, conociendo desde tiempo atrás, al hermano que dirigió las palabras, y creo que fue esta circunstancia, la que motivó la reflexión del hermano en cuestión. Pareciéndome las palabras finales de la introducción, mas que una reflexión, una justificación.
Esas palabras, impactaron en mí directamente, avergonzándome, debido a que yo también las había utilizado en algunas ocasiones, (y creo que muchos de los que lean este artículo) porque pude comprender en ese momento y con total claridad, que eran un escape y una justificación, para errores o fallos futuros.
Ya que, cuando proclamamos con “mucha humildad”, que no se fijen en nosotros, sino que lo hagan en el Señor Jesucristo, estamos declarando, sin pretenderlo, que aún no se ha producido cambio alguno en nuestras vidas, o muy pocos; como si el Señor, aún no hubiera podido cambiarnos, y por lo tanto, no llegamos a ser aún, nuevas criaturas. (2 Cort. 5:17)
San Pablo que sabía muy bien quien era Jesucristo, tuvo la osadía de escribir a los filipenses… Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mi, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros.” (Filipenses, 4:9)
San Pablo era un hombre honesto y no tenía de que avergonzarse. Un buen testimonio ante Dios y ante los hombres, con los de adentro y con los de afuera, ese era su bagaje. (Cort. 11:1) (2 Cort. 7:2)
La honestidad es la compañera ideal de los que estamos al servicio del Señor.
No es muy difícil llegar tener buen testimonio con los de adentro, (se puede conseguir fácilmente, muchos lo hacen) así y todo, no nos atrevemos a decir que se fijen en nosotros; y si nos atrevemos a decir que lo hagan en el Señor Jesucristo, no es por humildad, es por precaución, no sea cosa que nos deslicemos y caigamos, pidiendo comprensión antes de que esto suceda; no teniendo en cuenta lo que dice (sobre esta cuestión) la Palabra de Dios, la Biblia, que nos instruye y nos da la solución para que esto no suceda. (1 Pedro, 2:11-25)
Tener buen testimonio con los de afuera… ¿Pero, porqué con los de afuera? Pues porque afuera es donde hay miles de almas esperando la salvación que ofrece nuestro Señor Jesucristo y es donde nos tienen que creer, al ver el cambio que ha producido en nosotros, la Palabra de Dios; ya que además de tener una buena preparación teológica y un buen conocimiento del evangelio del Señor Jesucristo, es necesario que nuestros hechos acompañen a nuestras palabras, no sea que digan de nosotros: Profesan conocer a Dios, pero con sus hechos lo niegan….. ( Tito, 1:16)
Sin ningún tipo de duda, precisamente afuera, (además de adentro) es donde es necesario, tener un buen testimonio, como bien dice la Palabra de Dios, si es que queremos entrar al servicio del Señor Jesucristo.
Es nuestro deber hacer que las miradas se dirijan hacia el Señor Jesucristo, pero también lo es, que nuestro testimonio sea impecable, para que el evangelio del Señor Jesucristo sea sin mancilla.
Procura con diligencia presentarte ante Dios aprobado, como obrero de que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad. (2 Timoteo, 2:15)
La Gloria sea siempre para nuestro Dios.
Muchas veces con nuestro testimonio ahuyentamos a las personas a seguir a Cristo, yo pienso que debemos ser cristianos integrales, cristianos que seamos buenos hijos, buenos padres, buenos trabajadores, buenos estudiantes, entre otros, en fin, que seamos irreprensibles, que cualquiera que nos escuche hablar o vea actuar nos identifique como Hijos de Dios, ya que ser cristiano en la iglesia es muy fácil, lo teso es en la calle.
Esta bien en esta perspectiva este mensaje, pero viendo un poco mas allá que dijeron pues del Señor Jesús y de sus palabras en las «Bienaventuranzas» Mateo 5:10 – 12; mas sin embargo esta muy claro de que esta opinión suya no este vinculada a un profeta que es llevado a fuera y digo mas a una congregación en donde imperen las tinieblas y las malas obras; cuando el Espíritu Santo saque a la luz el pecado oculto en quien preside la misma…este sin duda se sentirá avergonzado y no tendrá buen testimonio para con el profeta del Altísimo y muchos de estos tampoco lo tendrán para con él, ni ellos pero si para con Dios. Satanás entre sus trampas seductoras usa la apariencia con los de afuera muy bien, Jeśus uso un azote y disperso a los que vendían y compraban en el templo del Padre y Dios Jehová. Espero que alguno sea profeta de verdad y se dará cuenta de esta verdad…
Encontre un vacio enorme en vuestro articulo … creo que debe ser el primero que haces … uffff falta mucho …. y recuerde … que el que crea estar firme mire que no caiga … bendiviones
Gracias por su observación. Y no, no es el primero, pero no todos podemos tener el nivel de conocimiento que usted parece tener. Bendiciones.