Le pidieron a Jesús sus discípulos, que les enseñara a orar convenientemente. Al ser todos ellos judíos, orar sabían, pero lo que querían era que sus oraciones llegaran a su destinatario, (Juan, 11:42) al igual que llegaban las de su Maestro Jesús.
Así que les enseñó una oración que les sirviera como modelo, para dirigirse a Dios, El Padre Nuestro:
Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.
Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.
El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.
Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.
Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén (Mateo, 6:9-13)
Oración, que, al tener introducción, contenido y conclusión, alguien dijo que parecía más bien, una carta dirigida a Dios.
Ya que:
Está dirigida al Padre: Padre nuestro.
La dirección, el cielo: Que estás en los cielos.
El contenido: Las peticiones. (Tres referidas a Dios, y otras tres, a nuestras necesidades)
La despedida o conclusión: Porque tuyo es el reino, el poder y la gloria.
El sello: Amén.
Así que tal vez, sería bueno recordar, a que “cartas” o a quienes, contesta el Señor. Aunque a veces, como todos sabemos, haga excepciones.
Porque los ojos del Señor están sobre los justos, Y sus oídos atentos a sus oraciones; Pero el rostro del Señor está contra aquellos que hacen el mal. (1 Pedro, 3:12)
¿Podrías pensar en ello?
Gracias pastor Antonio por esta muestra desglosada de la oración modelo,nos ayuda a ordenar el mensaje que queremos transmitir al Padre con reverencia y gratitud.Dios le bendiga y le siga usando con poder en Cristo.
así comenzamos las oraciones, para luego agradecerle todo lo que nos da y permite que hagamos día a día, por su gracia y no por nuestros méritos. Amén!!