…Y te daré descanso.

 Fue Moisés el hombre que escogió Dios para que en su nombre, liberara de la esclavitud de Egipto, a Israel su pueblo. Elección  que a Moisés le costó  asumir, pero que al agotársele todos los argumentos (Éxodo cap. 4) para rechazarla,  finalmente la asumió.

Así que una vez liberado el pueblo y de camino a la tierra prometida, no le faltaron a Moisés conflictos con el pueblo recién liberado, teniendo que afrontar uno de una gravedad inusitada, ya que el pueblo le dio la espalda  a Dios  y regresó a la idolatría de  Egipto. (Éxodo, 32:7-8)

Debiendo Moisés tomar severas medidas para corregir lo acontecido:

 Y viendo Moisés que el pueblo estaba desenfrenado, porque Aarón lo había permitido, para vergüenza entre sus enemigos, se puso Moisés a la puerta del campamento, y dijo: ¿Quién está por Jehová? Júntese conmigo. Y se juntaron con él todos los hijos de Leví. Y él les dijo: Así ha dicho Jehová, el Dios de Israel: Poned cada uno su espada sobre su muslo; pasad y volved de puerta a puerta por el campamento, y matad cada uno a su hermano, y a su amigo, y a su pariente.(Éxodo, 32:25-27)

Urgiéndoles el Señor, una vez resuelto el conflicto,   a reanudar  el  camino hacia Canaán. Por  lo que Moisés le reclamó a Dios su ayuda para seguir adelante, debido a que  por lo vivido recientemente, presentía que iba  a tener muchas y variadas dificultades y conflictos; alegando que si Él no les  acompañaba,  sería mejor no moverse del lugar, a lo que el Señor a lo largo de la conversación que mantuvieron, ya que hablaban de tu a tu,  le dice entre otras cosas: Mi presencia irá contigo, y te daré descanso.

Y dijo Moisés a Jehová: Mira, tú me dices a mí: Saca este pueblo; y tú no me has declarado a quién enviarás conmigo. Sin embargo, tú dices: Yo te he conocido por tu nombre, y has hallado también gracia en mis ojos. Ahora, pues, si he hallado gracia en tus ojos, te ruego que me muestres ahora tu camino, para que te conozca, y halle gracia en tus ojos; y mira que esta gente es pueblo tuyo. Y él dijo: Mi presencia irá contigo, y te daré descanso. Y Moisés respondió: Si tu presencia no ha de ir conmigo, no nos saques de aquí. (Éxodo, 33:12-15)

Dios no solo iba a   ir con Moisés, sino que además,  le iba a dar descanso.   Se comprometió el Señor, no  a facilitarle las cosas, ni a evitarle conflictos con los pueblos que se iba a encontrar a lo largo del camino, sino a estar a su lado y  darle descanso. A des-hacerle (etimológicamente expresado)  el cansancio,  que pudiera acumular,  al  tener que bregar  continuamente con los de adentro (su pueblo) y con los de afuera.

Compañía y descanso que aún sigue dando el Señor, al igual que a Moisés,  a todos aquellos que Él llama. Porque la presencia de Dios en nuestras vidas es la que produce la seguridad de poder afrontar con total serenidad cualquier adversidad, problema o reto con que  nos toque  lidiar a lo largo de nuestro camino. Incluso el hartazgo.

Porque, ¿Qué  es el descanso sino la seguridad de saber  que el Espíritu del Señor  mora en nosotros? (1 Cort. 3:16)

Y como las adversidades  no van a desaparecer al caminar  con el Señor, es más, cuando más cerca de Dios estemos, probablemente aumentarán, podemos (para descansar)   aferrarnos a lo que dejó dicho el Señor Jesucristo a sus discípulos:

Si me amáis, guardad mis mandamientos. Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros. No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros. (Juan 14:15-18)

La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.(Juan, 14:27)

 Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.  (Juan, 16:33) 

Dándonos a entender que su presencia es suficiente garantía,  para que el tan anhelado descanso sea una realidad en nuestras vidas. Ahora bien, hay un orden a seguir para alcanzarlo:

Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. 
Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas;  porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga
(Mateo, 11:28-30)

Orden o pasos a seguir, que he resaltado en negrita, y que implica en primer lugar,  buscar la presencia del Señor (Isaías, 55:6)  como requisito imprescindible, para que una vez,  que su presencia  esté en nosotros, comenzar a vivir conforme a  lo aprendido de Él, que resultará al hacerlo, en descanso para nuestras almas, porque un  alma cansada no es útil para la obra de Dios.

Y que, una vez “deshecho”  todo cansancio, vamos a poder realizar todo  aquello a  lo que hemos sido llamados en Jesucristo, que si en Moisés, fue el dar a conocer La Palabra de Dios y llevar el pueblo a la Tierra  Prometida, en Cristo,  es dar a conocer Las Buenas Nuevas de salvación y la vida eterna,  teniendo la  presencia  del Señor garantizada y por lo tanto,  su descanso:

Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. 
Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;  enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén
(Mateo, 28:18-20)

A lo que sólo resta decir, amén y amén.

 

Que la Gloria sea siempre para nuestro Dios.

 

 

 

3 comentarios sobre “…Y te daré descanso.

  1. Gracias Antonio, estos versículos son mi ancla y mi guía cuándo las fuerzas me flaquean¡ Gracias a Dios por sus promesas de estar con nosotros todo el tiempo hasta el fin, y por su presencia que nos trae el descanso y la paz porque sin esto, yo personalmente ya estaría fuera de juego.
    Que Él te siga guiando, fortaleciendo y llenándote cada día más de esta maravillosa y valiosa Presencia.

  2. Y Feliz Natividad, porque aunque no vendría hasta pasados los nueve meses, sabemos que la luz vino a este mundo por medio de Jesus que sería engendrado por estas fechas, (se cree), por lo coincidente.
    Besos y abrazos pues se os quiere mucho¡¡

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