El Tabernáculo restaurado.

Al regresar Pablo y Bernabé de su primer viaje misionero, se dispuso que ambos subiesen a Jerusalén, debido a la controversia   formada con los “nuevos convertidos no judíos” al no estar muy seguros algunos judíos como enfrentar la conversión de los gentiles.

Entonces algunos que venían de Judea enseñaban a los hermanos: Si no os circuncidáis conforme al rito de Moisés, no podéis ser salvos. 

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