Tesoros en el Corazón.

 

Tuvo el Señor Jesús “un ligero rifirrafe” con algunos escribas y fariseos al comer los discípulos de Jesús sin haberse lavado las manos, como mandaba la tradición; dejando muy claro el Maestro que más bien lo que contamina, no es lo que entra en la boca del hombre sino lo que de su boca sale, porque lo que entra, todos sabemos adónde va a parar; pero lo que de ella sale, del corazón sale, y no sabemos hasta dónde puede llegar, ni el daño que puede hacer. (Mateo, 15:17-20)

Entendiendo que, debido a esto, Jesucristo mencionara que cada uno de nosotros lleva o tiene un tesoro en el corazón. Tesoro que no tiene porqué ser precisamente bueno, sino que depende de la actitud del que lo posee:

El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca. (Lucas 6:45)

Estoy seguro, que muchos de nosotros y en más de una ocasión, nos hemos quedado sorprendidos debido a la descontrolada reacción de algunas personas (incluso de nosotros mismos) ante una determinada situación. Sobre todo cuando se esperaba de nosotros o de dichas personas, mucha más moderación. Dejando al descubierto lo que con tanto esfuerzo ocultábamos en el corazón. (Santiago, 3:2-6) 

Y debido a esto, a las palabras que salen de nuestra boca, podemos calibrar con toda seguridad la calidad de nuestro tesoro.

La muerte y la vida están en poder de la lengua y el que la ama comerá de sus frutos.  (Prov. 18:21)

Así que de nosotros depende de que el tesoro de nuestro corazón (si alguno está en Cristo nueva criatura es) sea bueno o malo, porque nos va la vida (eterna) en ello.

Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida. (Prov. 4:23) 

 

¿Puedes pensar en ello?

 

 

4 comentarios sobre “Tesoros en el Corazón.

  1. Gracias, Pastor, por ilustrarnos con la palabra del Señor. ¡Cuánta razón y claridad! Conocía el Evangelio de Mateo, pero no los Proverbios. Me queda mucho que aprender… Gracias Pastor, que La Paz del Señor sea contigo.

  2. Es muy cierto Pastor, debemos diariamente examinar nuestro corazón, para descubrir si existe alguna fortaleza no santificada; de nuestra boca no debe salir ninguna palabra mala, sino la que sea buena para edificación.

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