Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia…, (2ª Pedro, 1:3-4)
Como podemos ver, expone el apóstol Pedro, que, como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad en Cristo nos han sido dadas, (a los que llamó) no podemos ni debemos quedarnos de brazos cruzados conformándonos solamente con la fe.
Sino que diligentemente, con mucho empeño por nuestra parte, debemos, para mantenernos firmes y no caer jamás, ir añadiendo algunos elementos a nuestra fe, tales como: Virtud, que es firmeza moral; conocimiento, para saber el bien que ha de hacerse y el mal que ha de evitarse; dominio propio, para no ser turbado por pasión alguna; paciencia, para no desalentarnos ante las dificultades; piedad, que es amor para con Dios; afecto fraternal, para tener una buena relación con los hermanos; y finalmente amor, como corona de todas las demás cualidades cristianas. (2ª Pedro, 1:5-9)
Porque la carrera de la vida, en la que participamos los que hemos conocido al Señor, es muy larga y llena de obstáculos, hasta llegar a la meta. No siendo solo la fe, según el apóstol Pedro, lo único que debemos tener para mantenernos firmes hasta el fin. (2ª Pedro, 1:10-11)
Algunas cosas se nos han sido dadas, otras las tendremos que ir añadiendo nosotros según la medida de nuestra fe.
Así que sería bueno pensarlo.
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Creo que voy a comenzar a añadir cosas a mi fe, porque a veces siento que se tambalea. Sobre todo cuando pienso en las diferencias que existen entre unos y otros. (Me refiero a los cristianos) Unos superbendecidos espiritualmente a pesar de la vida que llevan y lo que predican, y otros a pesar de su vida y sana doctrina, arrinconados e ignorados por todos.
QUE EXCELENTE REFLEXIÓN QUE HAS PUBLICADO!!!!!!!!!!!!!!Trabajaremos con Carlos en este sentido. Siempre me haces reflexionar, querido Antonio.
Dios continúe usándote y bendiciéndote grandemente
abrazo de SILVIA.
Pienso que que Dios te inspira para dar oportunamente lo que millares necesitamos. En ocasiones sucede que leemos lo que estabamos buscando en ese día, eso nos reconforta mucho y con mucho gusto lo compartimos con otros, puede estar seguro que es el resultado directo de una noble, seria y profunda relación con el Espíritu Santo… Gloria a Dios por esto. Un abrazo. L.Pino, Yeni y Lazarito.