¿Acusador o Defensor?

 

 

Un día vinieron a presentarse delante de Jehová los hijos de Dios, entre los cuales vino también Satanás.
Y dijo Jehová a Satanás: ¿De donde vienes? Respondiendo Satanás a Jehová, dijo: De rodear la tierra y andar por ella.
Y dijo Jehová a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal? Respondiendo Satanás a Jehová, dijo: ¿Acaso teme Job a Dios de balde?
(Job, 1:6-9)

¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica.
¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; mas aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.
(Rom. 8:33-34)

Muestran las Sagradas Escrituras, como acabamos de leer, que se puede llegar al trono de Dios de dos maneras: Como acusador o como defensor.

Actitudes estas muy dispares entre sí, pero que nos debe hacer reflexionar, sobre la forma en que nos dirigimos al Señor, o más bien… de que forma oramos.

Porque las oraciones que elevamos al Señor, deberían estar impregnadas de amor por nuestros hermanos en la fe, y por los que no lo son, esperando que estos últimos algún día lleguen a serlo, a través de nuestra intercesión y defensa ante el Señor por ellos.

Y no llenas de quejas y juicios previos, que al fin y al cabo son acusaciones encubiertas, fruto de amargura, resquemor y resentimiento.

El que defiende ama, y el que acusa carece de amor. (1ª Cort. 13:4-7)

Lo demás… historias.

 

¿Podrías pensar en ello? 

 

 

2 comentarios sobre “¿Acusador o Defensor?

  1. Si señor muy bueno, precisamente eso es lo que esta afectando a muchas iglesias en las cuales el enemigo se introduce sutilmente con el objetivo de dividir, y de un momento a otro vemos a hermanos caidos a los cuales criticamos de debiles en la fe sin darnos cuenta que la causa principal de su condicion fue provocada por otro que dice estar bien espiritualmente pero que en realidad como decia Jesus son sinagogas de Satanas. Por eso debemos pedir discernimiento de espiritu y ser radicales con las cosas que afecten al pueblo de Dios llamandole anatema a pesar de tener un disfraz «aparentemente espiritual».

  2. Así es el que ama defiende, pero aún así acusamos o juzgamos y a veces sin palabras a los que queremos, !imagínate a los que no!. Hermosa lección para seguir aprendiendo !la que parecía más fácil! La del Amor, aún con tus seres queridos no dejas de quejarte; es todo un desafío alcanzar la integridad del «Amor verdadero» el que no busca lo suyo, sabe negarse así mismo, y no pone condiciones: Gracias Antonio. Bendiciones para todos!

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