Se está dando últimamente el caso de matrimonios donde si el esposo ejerce como apóstol, la esposa ejerce a su vez, como profeta (profetisa que es más correcto).
Y al buscar este hecho en la Biblia, no he encontrado nada que se asemeje al hecho que nos ocupa. Incluso san Pedro que era uno de los doce y del que se entiende era un hombre casado al mencionarse su suegra en los evangelios, no se hace mención alguna de su esposa, al menos en estos versos:
Entonces Jesús se levantó y salió de la sinagoga, y entró en casa de Simón. La suegra de Simón tenía una gran fiebre; y le rogaron por ella.
E inclinándose hacia ella, reprendió a la fiebre; y la fiebre la dejó, y levantándose ella al instante, les servía.(Lucas, 4:38-39)
La única mención que se hace de la esposa de Pedro (Cefas) la encontramos en la carta que les dirige san Pablo a los corintios. Y que lo único que de la misma se saca en claro, es que era creyente; hermana en la fe, además de esposa del apóstol Pedro, nada más:
¿No tenemos derecho de traer con nosotros una HERMANA POR MUJER como también los otros apóstoles, y los hermanos del Señor, y Cefas? (1ª Cort. 9:5)
Sé que el Señor puede hacer lo que quiera, cuando quiera y como quiera. Pero también sé que es fiel a su Palabra, por lo tanto resulta un tanto curioso que sus dones y ministerios se concentren, más de lo habitual, en determinados círculos cerrados, como en el caso de algunos matrimonios.
Porque cualquiera que quiera ejercitar su memoria o buscar algunos datos, podrá comprobar que cuando una mujer es profetisa, su esposo (curiosamente) es apóstol; hecho que se repite tanto entre los matrimonios más famosos en círculos evangélicos, como en los matrimonios de menos fama, pero que buscan alcanzarla. Fama espiritual, se entiende.
La verdad es que cuando me cuestiono algo o me hago alguna pregunta, que no entiendo, procuro encontrar la respuesta en La Palabra de Dios, pero que en este caso aún no he encontrado la respuesta para este tipo de matrimonios apostólico-proféticos.
De las profetisas que menciona la Biblia, Débora, (Jue. 4: 4-5) Hulda (2ª Rey. 22:14) y Ana, (Luc. 2:36) parece ser que las tres estaban casadas, aunque de la primera algunos tienen dudas, porque por lo visto “mujer de Lapidoht”, del que se supone era el nombre de su esposo, significa o puede significar también: Mujer de fuego, refiriéndose a su celo por el Señor. Pero que de sus maridos nada se menciona, salvo que el marido de Hulda era nieto de sacerdote y el de Ana había muerto, al poco tiempo de haber contraído matrimonio.
Además buscando en las biografías de hermanos de elevada talla espiritual que nos precedieron en Cristo y fueron artífices años atrás de de grandes avivamientos o movimientos, no suele darse el caso que nos atañe: Esposo apóstol, esposa profeta, o viceversa.
He podido leer que el motivo de este tipo de matrimonios, según alegan algunos, se debe a que al ser una misma carne, todo se comparte, incluso el don o el ministerio. De ser así lo más lógico sería que en caso de que el marido ejerza el oficio de apóstol o el de profeta, la esposa ejerciera a su vez el mismo oficio o ministerio que su marido y no otro diferente, al ser (según se dice) una misma carne. ¿Verdad?
Así que, ¿Está cambiando el Señor algunas cosas, o las estamos cambiando nosotros?
La verdad es que estoy hecho un verdadero lio, porque incluso ya se les llega a llamar a los componentes de este tipo de matrimonios apostólico-proféticos, papa o mamá (cariñosamente) según se dirijan a él o a ella, cuando ese calificativo pueden llevar a elevarlos por encima del Señor.
Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el que está en los cielos.(Mateo, 23:9)
Aunque también se, que a pesar de la confusión que todo esto genera, porque se genera mucha confusión, y se tendrá que dar cuenta al Señor por ello, el nombre del Señor Jesucristo está siendo dado a conocer.
Algunos, a la verdad, predican a Cristo por envidia y contienda; pero otros de buena voluntad.
Los unos anuncian a Cristo por contención, no sinceramente, pensando añadir aflicción a mis prisiones; pero los otros por amor, sabiendo que estoy puesto para la defensa del evangelio.
¿Qué, pues? Que no obstante, de todas maneras, o por pretexto o por verdad, Cristo es anunciado; y en esto me gozo, y me gozaré aún. (Fil. 1:15-18)
Por lo tanto, si se encuentra el Señor detrás de este tipo de matrimonios apostólico-proféticos, (como se afirma) serán de bendición para mucha gente; y si no lo está, porque no lo aprueba, al permitir el Señor que utilicen su nombre, sacará partido de ello.
Entendiendo que ser utilizado por Dios (como alguien dijo en una ocasión) no significa precisamente, ser aprobado por Él.
Más el que se gloría, gloríese en el Señor; porque no es aprobado el que se alaba a sí mismo, sino aquel a quien Dios alaba.(2ª Cort. 10:17-18)
Que la Gloria sea siempre para nuestro Dios.
Hermano agradezco mucho su meditación sobre el tema: Apóstoles, profetas, lo considero muy oportuno para nuestro tiempo y mas para nuestra ciudad, estamos viviendo divisiones y falsas enseñanzas hoy mismo; por cierto tenemos los mismos puntos de vista usted y yo, gracias por su aporte, continuo orando porque Dios les guarde y le siga dando revelación de su palabra, adelante: España para Cristo.
Hermano que la bendicion de Dios este con usted y familia. Que bueno es recibir ésta palabra, porque esta coriente de pensamiento está corriendo por las iglesias en Cuba. Estoy de acuerdo con usted que en la Biblia no aparece tal nombramiento, pero nosotros como responsables ante Dios por su grey, debemos de escudriñar bien las escrituras para dar un mensaje efectivo, que convenza de pecado de justicia y de juicio.
Asnaldo (capellán)
Respetando sus respectivos puntos de vista y esperando no molestar con mi ignorancia dado el caso por ejemplo mi matrimonio el apóstol yo profeta que nos sugieren renunciar al llamado de alguno de los dos??? divorciarnos??? o que??? por que ninguna de las anteriores son contempladas como buenos actuales bíblicamente hablando. cual seria la solución pues quiero agradar a Dios con todo mi corazón.
Gracias por cada estudio que me envía, pero este último fue muy especial, nos sirvió mucho para un estudio con debate. Así que gracias. Dios le siga bendiciendo. Saludos de Daniel
Que interesante no había escuchado de este «nuevo fenómeno»
Un beso Antonio y saluda a los tuyos de nuestra parte en el Sañor. Os amamos mucho
Hola bendiciones deseo si me pueden enviar material sobre matrimonios y apostólico y profetico