¿Se necesita aún al Espíritu Santo?

 

Hace unas fechas recibí una invitación para asistir a un Coaching para Líderes que se iba a celebrar en una localidad cercana a la mía, y como nunca antes había oído hablar sobre este tema, le pedí a la persona que cursó la invitación, me explicara de qué se trataba, siendo esta su respuesta:

Estimado Pastor Antonio:
Le mando un texto sobre el coaching. Es un término que se usa en España en el entorno empresarial y deportivo.
Espero le sea de ayuda.
El coaching es una disciplina que está desarrollándose en Europa y en España en los últimos años y que procede de los Estados Unidos.
Es una disciplina de síntesis y enteramente situada en la esfera de la acción y de la aplicación.
El coaching consiste en una relación profesional continuada que ayuda a que obtengamos resultados en la vida, profesión, empresa o negocios de las personas.
Mediante este proceso, las personas podemos profundizar en nuestro propio conocimiento, aumentar el rendimiento y mejorar la calidad de vida
.

Un abrazo.

Así que, una vez enterado de lo que se trataba el coaching, respondí, haciendo la siguiente pregunta:

¿No es eso lo que se supone debe hacer el Espíritu Santo, con los nacidos de nuevo?

A lo que me respondieron con mucha corrección:

Estimado pastor Antonio,
El conferenciante es uno de los pastores que ayudaron en sus comienzos a pastores muy importantes cómo Cash Luna y a otros de su mismo nivel, que hoy en día pastorean mega iglesias.
El tiene un ministerio muy conocido en USA y Sur América de restauración de ministros.
Es un hombre de mucha sabiduría, amplía experiencia, que con un tono alegre y con mucha vida, comparte principios bíblicos que nos ayudarán a mejorar nuestro liderazgo. Eso es todo. Si tiene interés está invitado. Un abrazo
.

Y como aún quedaba un poco de intranquilidad en mí, decidí acudir a Wikipedia para informarme a través de otra fuente, bastándome solo (aunque leí mucho más) con la introducción que se hace de coaching en dicha enciclopedia, aunque les recomiendo que lean todo el artículo:

Coaching (AFI: [ˈkoʊtʃɪŋ], anglicismo que procede del verbo inglés to coach, «entrenar») es un método que consiste en dirigir, instruir y entrenar a una persona o a un grupo de ellas, con el objetivo de conseguir alguna meta o de desarrollar habilidades específicas.

Comprobé además que había varias páginas en internet, de “coaching cristiano”, cosa que también desconocía. Por lo visto estoy fuera de lugar en algunos temas. Así que me pregunté, si estamos importando las enseñanzas del mundo a la Iglesia ¿Qué necesidad tenemos del Espíritu Santo?

Os he dicho estas cosas estando con vosotros.
Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho. 
(Juan, 14:25-26)

Lo cierto, es que me costaba y me cuesta entender, que podamos dudar del eficaz magisterio del Espíritu Santo, al tener que adoptar novedosos sistemas o técnicas revolucionarias de enseñanza que no tienen nada que ver con la Palabra de Dios, acomodando lo secular o natural, a lo espiritual, a pesar del mucho éxito que se haya obtenido a nivel empresarial o deportivo, según señala Wikipedia. (1ª  Cort. 2:11-15)

Pero eso no es todo, aún seguía sintiendo una especie de desazón que me hacía sentir, como si se estuviera dejando de lado al Señor en muchos aspectos; desazón que hizo que viniera a mi mente ¿sería cosa del Señor? una porción de la Palabra de Dios que en el libro del profeta Ezequiel, relata lo que ocurría en el mismo Templo de Dios en Jerusalén:

En el sexto año, en el mes sexto, a los cinco días del mes, aconteció que estaba yo sentado en mi casa, y los ancianos de Judá estaban sentados delante de mí, y allí se posó sobre mí la mano de Jehová el Señor.
Y miré, y he aquí una figura que parecía de hombre; desde sus lomos para abajo, fuego; y desde sus lomos para arriba parecía resplandor, el aspecto de bronce refulgente.
Y aquella figura extendió la mano, y me tomó por las guedejas de mi cabeza; y el Espíritu me alzó entre el cielo y la tierra, y me llevó en visiones de Dios a Jerusalén, a la entrada de la puerta de adentro que mira hacia el norte, donde estaba la habitación de la imagen del celo, la que provoca a celos.
Y he aquí, allí estaba la gloria del Dios de Israel, como la visión que yo había visto en el campo.
Y me dijo: Hijo de hombre, alza ahora tus ojos hacia el lado del norte. Y alcé mis ojos hacia el norte, y he aquí al norte, junto a la puerta del altar, aquella imagen del celo en la entrada.
Me dijo entonces: Hijo de hombre, ¿no ves lo que éstos hacen, las grandes abominaciones que la casa de Israel hace aquí para alejarme de mi santuario? Pero vuélvete aún, y verás abominaciones mayores.
Y me llevó a la entrada del atrio, y miré, y he aquí en la pared un agujero.
Y me dijo: Hijo de hombre, cava ahora en la pared. Y cavé en la pared, y he aquí una puerta.
Me dijo luego: Entra, y ve las malvadas abominaciones que éstos hacen allí.
Entré, pues, y miré; y he aquí toda forma de reptiles y bestias abominables, y todos los ídolos de la casa de Israel, que estaban pintados en la pared por todo alrededor.
Y delante de ellos estaban setenta varones de los ancianos de la casa de Israel, y Jaazanías hijo de Safán en medio de ellos, cada uno con su incensario en su mano; y subía una nube espesa de incienso.
Y me dijo: Hijo de hombre, ¿has visto las cosas que los ancianos de la casa de Israel hacen en tinieblas, cada uno en sus cámaras pintadas de imágenes? Porque dicen ellos: No nos ve Jehová; Jehová ha abandonado la tierra.
Me dijo después: Vuélvete aún, verás abominaciones mayores que hacen éstos.
Y me llevó a la entrada de la puerta de la casa de Jehová, que está al norte; y he aquí mujeres que estaban allí sentadas endechando a Tamuz.Luego me dijo: ¿No ves, hijo de hombre? Vuélvete aún, verás abominaciones mayores que estas.
Y me llevó al atrio de adentro de la casa de Jehová; y he aquí junto a la entrada del templo de Jehová, entre la entrada y el altar, como veinticinco varones, sus espaldas vueltas al templo de Jehová y sus rostros hacia el oriente, y adoraban al sol, postrándose hacia el oriente.Y me dijo: ¿No has visto, hijo de hombre? ¿Es cosa liviana para la casa de Judá hacer las abominaciones que hacen aquí? Después que han llenado de maldad la tierra, se volvieron a mí para irritarme; he aquí que aplican el ramo a sus narices.
Pues también yo procederé con furor; no perdonará mi ojo, ni tendré misericordia; y gritarán a mis oídos con gran voz, y no los oiré.
(Ezequiel, 8:1-18)

Por lo transcrito podemos ver que cualquier tipo de doctrina, idolatría o adoración, ajeno a la establecido por el Señor puede introducirse en su Iglesia Universal, ya que se introdujo en su mismo santuario, al que sólo tenían acceso los sacerdotes y levitas, y que si el Espíritu no hubiera tomado al profeta de sus guedejas, no se hubiera enterado de lo que allí sucedía, porque ¿Quién se iba a imaginar que donde moraba la presencia del Señor se cometieran tales abominaciones?

Cuestión esta, que me hace reflexionar sobre que donde menos nos esperamos encontrar algo que no provenga de Dios, es donde fácilmente nos lo podemos encontrar; porque la verdad es que al igual que el profeta Ezequiel, en ocasiones, necesitamos, aunque nos encontremos tranquilamente sentados en nuestra casa, hablando con los ancianos de la congregación de “temas muy importantes”, que el Espíritu Santo, nos tome “de nuestras guedejas” (literalmente del pelo) y no haga ver todo aquello que por ignorancia o dejadez no vemos o lo damos por bueno, ya que más bien, solemos fijarnos en el mensajero, (en su currículum) antes que en el mensaje que nos puedan traer. Porque no se trata de estar en contra de las diferentes formas de enseñar, sino de saber de dónde o de que fuente proviene la enseñanza y cuál es su finalidad.

Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina.  (2ª Pedro, 2:1)

Sé y además estoy de acuerdo, que es necesario, prepararse al máximo para servir eficazmente al Señor de Gloria, pero también sé y conozco, las palabras que para nuestro crecimiento en todos los sentidos, nos dejó escritas Pablo, apóstol de los gentiles, y me quedo con ellas, para evitar que el Espíritu Santo, el que envió el Padre en el nombre de Jesús, entristecido, se aleje:

Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de sabiduría.
Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado.
Y estuve entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor; y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder, para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.
Sin embargo, hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez; y sabiduría, no de este siglo, ni de los príncipes de este siglo, que perecen.
Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria, la que ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque si la hubieran conocido, nunca habrían crucificado al Señor de gloria.
(1ª Cort. 2:1-8)

Que el Señor les bendiga y les guarde.

 

Que la Gloria sea siempre para nuestro Dios.

 

 

5 comentarios sobre “¿Se necesita aún al Espíritu Santo?

  1. ESTOY DE ACUERDO EN QUE SE DEBE MEJORAR COSAS EN LAS IGLESIAS Y EN LOS MINISTROS, PERO ES VERDAD QUE EL ESPIRITU SANTO ES INSUSTITUIBLE. Y EN ESO LA PALABRA DE DIOS ES CLARA. DIOS LE BENDIGA, SALUDOS

  2. Es paradójico, usar técnicas de crecimiento personal/profesional del mundo para formar e instruir a nuestro líderes cristianos, para que estos a su vez aplicando estas técnicas del mundo, «cristianicen» al mundo.

    Es como si usáramos a un mal profesor de inglés para que enseñe a los próximos profesores de inglés, nunca tendremos a auténticos profesionales de la materia.

    Además, estas técnicas egocentristas de crecimiento buscan el éxito individual, crecer profesionalmente, ser mejor, ser más capaz… Siendo el aprendizaje de un buen líder totalmente contrario según la palabra (Juan 3.30), como hijos de Dios debemos confiar menos en nuestras capacidades e intelecto y dejarnos «enseñar» y “guiar” por Él.

    Nuestra realidad diaria debe ser totalmente diferente, debemos usar las técnicas «Cristianas» que el Señor nos ha dejado en su palabra (la oración, la fe, su sabiduría, su discernimiento…) para conseguir “su éxito» en cada una de nuestras áreas en el mundo. (trabajo, relaciones, salud…)

    Cuando El Señor Llama, El Señor Capacita.

  3. Que triste saber que hoy en dia, muchos de los que dicen hablar en nombre de Dios, lo tomen en vano para lanzar campañas publicitarias que traen en primera plana sus nombres, su historial, sus hazañas, mientras Dios permanece en silencio y bien distante, pues alli no esta su presencia, ni su aprobacion, y al mismo tiempo muchos bebés
    espirituales a quienes aun hay que alimentarlos con leche espiritual, no adulterada…son arrastrados por lo que ven u oyen.

    Sí pastor, se necesita aún al Espiritu Santo, pues como dice un refran cubano: *No todo lo que brilla es oro*…y es con la mente de Cristo con la cual logramos identificar quienes son los que vienen hablando en su nombre.

    Eso me recuerda la historia biblica que nos narra cuando Elias estaba en el monte Horeb, escondido de la malvada reina Jezabel…y dice que de momento soplo un viento que desnudaba los montes, pero Dios no estaba en el viento, luego un terremoto..pero Dios no estaba en el terremoto, luego un fuego ..pero Dios no estaba en el fuego…por
    ultimo un silbo apacible…y Dios le hablo a Elias en ese silbo apacible…(A buen entendedor, pocas palabras bastan).

    Sí pastor, se necesita aún el Espiritu Santo…

    Josue

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