Cambiando la Adversidad en Dicha

 

 

Y sabemos que los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. [versi]45 8:28[/versi]

Nos muestra esta porción de la Palabra de Dios, la cantidad de posibilidades que como hijos de Dios tenemos en cualquier situación que nos encontremos. Posibilidades que a veces no sabemos aprovechar, porque olvidamos o no tenemos en cuenta de que nada se le escapa o es imposible para Dios.

Porque aunque a menudo nos cueste comprenderlo, permite el Señor, que en ocasiones nos veamos envueltos en situaciones muy adversas para nosotros sin haberlas provocado. Todo para que pongamos en práctica y apliquemos lo que de Él, hemos aprendido, para que, a esa situación que nos parecía contraria y fuera de lugar, logremos sacarle el mayor partido posible. Cambiando la adversidad (si se presenta) en dicha y prosperidad. Entendiendo como dicha, haber conseguido algo muy bueno y ventajoso para nosotros y para otros; Y como prosperidad, el llegar a conseguir el bienestar deseado para nuestra vida y también para la de otros.

Entendiendo que es posible conseguirlo, no solo porque el apóstol Pablo lo afirme, sino apoyándonos en lo que le aconteció a José hijo de Jacob según lo exponen las Sagradas Escrituras; siendo la vida de José uno de los mayores ejemplos a seguir para poder aprender como se puede cambiar la adversidad en dicha.

A este José, por envidia,(como todos sabemos) sus hermanos pensaron matarle, aunque al final decidieron venderle como esclavo. Y como esclavo fue llevado a Egipto. (Génesis, 37:26-27)

Una vez en Egipto, en vez de llorar y desesperarse (era un muchacho) al verse convertido en esclavo de Potifar, capitán de la guardia de Faraón, cuando era el hijo preferido de Jacob, supo asumir la situación en la que se encontraba, dándole la vuelta, hasta llegar a convertirse por su honradez y dedicación, en la persona de confianza de su amo y señor. Y todo debido a que plenamente confiaba y esperaba en el Señor. (Génesis, 39: 1-5)

Enviado a la cárcel, por despecho, al no acceder a «las peticiones de su ama”, por respeto a Potifar su amo, y su fidelidad a Dios, de nuevo, llegó a destacar, pero en esta ocasión, en la prisión, ganándose por su honestidad y buen hacer el favor del jefe de la cárcel, dejando en sus manos todos los asuntos de la prisión, cambiando de nuevo la adversidad en bienestar, porque al no perder la confianza en el Señor, todo lo que él hacia el Señor lo prosperaba. (Génesis, 39:20-23)

Al tiempo, fue llamado de la cárcel por el Faraón, para que le interpretara un sueño y al interpretárselo correctamente, cambió de nuevo su situación, pasando de ser un esclavo preso, a primer ministro de Egipto. (Génesis, 41:37-43)

Nunca, queja alguna salió de su boca, a pesar de las situaciones adversas en las que se encontró sin haberlas provocado. Simplemente porque sobre todas las cosas amaba al Señor.

Creo que no sabía José exactamente, cual era el propósito de Dios para su vida, pero lo amaba sobre todas las cosas y tuvo la suficiente paciencia para esperar en Él, hasta que ese propósito sin conocerlo, se cumplió. Confió en el Señor a pesar de haberse visto en peligro de muerte, esclavizado, acusado injustamente y encarcelado.

Tal vez podamos llegar a pensar, que para José no era tan difícil pasar por todo lo que pasó, porque detrás de él siempre estuvo el Señor, preparándolo todo para que al tiempo sus hermanos y su padre pudieran trasladarse a Egipto; esto ahora nosotros lo sabemos, pero José no lo sabía. Lo único que sabía José era que amaba a Dios, y que ese amor le ayudaba a aguantar el sufrimiento, a soportar las injusticias, a creer y esperar en Él, haciéndole frente a cualquier adversidad, con la total certeza que nunca el Señor le abandonaría. (Hechos, 7:9-10)

Certeza que nosotros también podemos conseguir si es que sobre todas las cosas, amamos a Dios. Actitud que nos ayudará al sin fin de oportunidades que tenemos para cambiar las cosas, y no se trata solo de lo espiritual, porque ha menudo se nos olvida que estamos en la carne, y no me refiero a ser carnales, sino que tenemos necesidades que suplir, aunque vivamos en el espíritu; y no solo nosotros sino la gente que están en nuestro entorno. Al igual que José que administró y no para él, con acierto y eficacia además de la casa y los bienes de Potifar, la cárcel, y el extenso país de Egipto, sin dejar nunca de lado su relación con el Señor.

De ahí que san Pablo, convencido y sabiendo que todos los que llegasen (o llegásemos) a amar a Dios, no pueden ni tampoco deben, dejarse amilanar o vencer por cualquier contratiempo o adversidad que les pudiera surgir, animando a que, cuando esta llegue, si es que llega, a darle la vuelta a la situación, para hacer de lo malo, bueno y de lo que nos es contrario, propicio.

Como lo ocurrido a un varón conocido por mí, que durante muchos años laboró en una profesión que desde muy niño le atraía, a la vez que servía al Señor. Este hermano comenzó con 14 años a desarrollar ese trabajo que tanto le gustaba, sintiéndose orgulloso de poder realizar el aprendizaje del trabajo que le apasionaba, de tal manera que se ofrecía fuera de su horario laboral normal, a trabajar horas extras, sin remuneración alguna por ello, para aprender más rápido y mejor los secretos de su profesión.

Siendo ya un hombre casado, a través de su esposa conoció al Señor; y al ser tocado por Él, además de ser un buen profesional comenzó a dar testimonio de su fe, testimonio que le llevó a tener serios problemas con sus superiores, pero que superados estos y unida su fe en Dios a sus conocimientos profesionales, el Señor bendecía todo lo que hacía, incluso a los que estaban a su alrededor. Situación que le llevó a provocar la envidia y la crítica de algunos de sus compañeros, e incluso también la de algunos de sus superiores, al ser también no solo bendecido y prosperado el departamento en el que prestaba sus servicios sino la empresa en sí. (Salmos, 34:15)

Y cuando más intentaban (por envidia) hacerle daño, llegando incluso a apartarlo de sus funciones por otras mas bajas para humillarle, aceptaba la nueva situación sin ningún problema; asombrando a los que esperaban verle hundido y desmoralizado al ver que se adaptaba a su nuevo puesto y realizaba su labor con eficacia, y que al tiempo, ese sector era bendecido. (Salmos, 34:19)

Contándome, (durante una de esas charlas que solíamos tener) que en una ocasión, un compañero de trabajo, de más edad (más viejo) que él, le preguntó: ¿Qué es lo que haces para que todo te vaya tan bien? Contestándole él lo siguiente: “Hago lo que dice la Biblia, que es la Palabra de Dios” ¿Quieres tu también hacerla para que te vaya bien? Su compañero de trabajo, sonriendo se alejó sin responder a su pregunta. (Salmos, 34:8)

Esa es la razón más convincente para que los que no conocen a Dios, vean que se puede sacar partido a cualquier situación por adversa que esta sea, con la sola condición que se esté con el Señor. (Salmos, 37:37)

Nunca este varón dejó de lado a Dios, siempre tuvo en cuenta que la fidelidad al Señor es el mejor remedio para cambiar la adversidad en bienestar y dicha. Llegando a su debido tiempo a ser jefe de fábrica.

¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?
El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con Él todas las cosas?
¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, es que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.  ¿Quién nos separará de amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada.
(Romanos, 8:31-35)

 

 

Que la Gloria sea siempre para nuestro Dios.

 

 

 

2 comentarios sobre “Cambiando la Adversidad en Dicha

  1. «si Dios es por nosotros quién contra nosotros?»………Tenemos el mejor Padre que cualquiera pudiera desear, es un descanso obedecerle y un gran alivio saber que Él siempre nos va a favorecer porque nos ama…GRACIAS SEÑOR!

  2. Gracias x mandármelo me ha exo muxo bien es verdad k el nunca falla k DIOS guarde tu ministerio y bendiga tu vida junto a tu familia. AMEN

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