¿Sueño o Revelación?

Sin embargo, en una o en dos manera habla Dios; pero el hombre no entiende. Por sueño, en visión nocturna, cuando el sueño cae sobre los hombres, cuando se adormecen sobre el lecho.
Entonces revela al oído de los hombres, y les señala su consejo.
Para quitar al hombre de su obra, y apartar al varón la soberbia. (Job, 33:14-16)

……Hace muy poco tiempo, tuve un sueño bastante revelador (según creo); sueño que durante varios días no pude dejar de meditar sobre él.

El sueño

“Soñé que me encontraba junto a muchas personas en un local o salón, con muy poca luz; era muy grande y espacioso; me pareció el salón de un cine, como los que había en mi juventud; un salón con capacidad para cientos de personas.

El salón, estaba totalmente lleno de gente sentada, hablando entre en sí. Parecían sentirse muy a gusto manteniendo charlas muy animadas unos con otros; algunos hasta habían formado corrillos entre ellos; en el salón no habían sillas, eran bancos o butacas unidas entre si como en algunas iglesias o cines.

Pude distinguir entre la multitud algunos miembros de la congregación a la que pertenezco; aunque “sentí” que estábamos la mayoría. Reconocí también a varios miembros de una congregación hermana, a la que nos une un vínculo especial; al resto no les conocía, pero si parecía que entre ellos se conocían, a pesar de la cantidad de gente congregada.

De pronto, me di cuenta de que estábamos secuestrados en ese lugar. Toda una multitud secuestrada, pero solo yo, parecía darse cuenta de ello, o al menos, era al único que le importaba y molestaba esa situación.

Pensé que para liberarnos de este secuestro, podríamos presentar una queja ante la Comisión de Defensa para los Derechos Humanos, ¿? denunciando el secuestro al que estábamos sometidos. Pero nadie parecía estar interesado en ello. Todos seguían hablando animadamente entre si.

Así que, levanté mi voz pidiendo atención. Me salió una potente, bella y varonil voz, que hasta yo mismo me asombré, al no reconocerme a mi mismo en tan perfecta dicción. Al oír mi voz, todos guardaron silencio, y dirigieron hacia mí sus miradas. El silencio era total.

Entonces pregunté si entre todos los presentes había algún abogado, para que me acompañara y me ayudara a redactar adecuadamente y en términos jurídicos, la queja o denuncia que pensaba presentar por secuestro, ante la Comisión de Defensa para los Derechos Humanos.

El silencio seguía siendo absoluto, pero a lo lejos vi un grupo de personas que señalaban a alguien que estaba agazapado, intentando ocultarse de todas las miradas; era una joven abogada conocida por mí, que al descubrirla los que se encontraban a su alrededor, se levantó de su asiento asustada, y desganada me acompañó, a presentar la queja.

Al salir del local, donde nos encontrábamos, pude observar que habían varias puertas de salida, y que estas daban a un pasillo o corredor muy amplio, por donde transitaba muchas gente, sin prestar ninguna atención a los recluidos o sin enterarse de su situación.

Tampoco había guardias; ni persona alguna, custodiando las puertas de salida.

Al dirigirnos al lugar donde sabíamos que se encontraba quien nos tenía secuestrados, (íbamos a decirle que habíamos preparado una denuncia contra él) nos encontramos con dos conocidos que nos preguntaron, que hacíamos por allí.

Y al contestarles, que íbamos a presentar una denuncia, porque nos hallábamos secuestrados, me vino a la mente lo siguiente: ¿si estamos secuestrados, como es que nadie nos ha impedido salir del salón y estamos en la calle?

Al no encontrar al responsable de nuestro secuestro en su domicilio, (sabíamos quien nos tenía secuestrados y donde encontrarlo) y no poder avisarle de la denuncia que íbamos a presentar contra él, en caso de no querer liberarnos, le dije a la abogada, que sería mejor que fuésemos directamente a la policía, a denunciar nuestro secuestro, y nos dejásemos de trámites burocráticos.

Pero pensé, -si nos presentamos ante la policía a denunciar nuestro secuestro, lo mas lógico es que nos pregunten- ¿Si están secuestrados como dicen, como se explica que estén ustedes dos aquí?

Así que desistimos de hacerlo; y recordé que el lugar donde tanta gente estaba recluida, parecía mas bien una iglesia de grandes dimensiones, llena de gente satisfecha con ella misma y con esa situación.

Que el salón, disponía de muchas puertas de salida, (las hojas de las puertas estaban dispuestas para ser abiertas desde dentro) para que, en caso de querer salir, poder hacerlo sin ningún tipo de dificultad, sin nadie guardándolas para impedirlo y que además, muchas de ellas se encontraban abiertas de par en par.

Entonces llegué a la conclusión, que el secuestro era voluntario; que nada ni nadie nos impedía permanecer en esa condición y en ese lugar, salvo nosotros mismos”.

Entonces desperté, miré el reloj y eran exactamente las 3:14 de la madrugada.

A pesar de la hora que era, me quedé despierto en la cama, recordando cada detalle del sueño que acababa de tener, y meditando sobre él.

Tuve la impresión, que de alguna manera este sueño revelaba la condición de algunas personas, (muchos de nosotros) que aún no han podido experimentar la total libertad en el Espíritu; y que por ignorancia, costumbre o dejadez, se sienten cómodas entre cuatro confortables paredes; aunque esas paredes tengan capacidad para cientos, incluso para miles.

Que sin saberlo, o querer reconocerlo, estamos secuestrados (algunos) por infinidad de normas, preceptos, y cosas semejantes, y que a pesar de sentirnos a gusto con ellas, y parecernos adecuadas, nos impiden disfrutar y dejar disfrutar a otros, de todo lo que el Señor Jesucristo ha preparado para los que le aman.

Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. (2ª Cor. 3:17)

Mi conclusión.

Después de meditarlo durante varios días, llegué a la conclusión de que el secuestro de mi sueño, es una realidad, pero se trata de un secuestro espiritual; quizá mas bien, un auto secuestro espiritual. Mantenemos a nuestro espíritu, secuestrado dentro de nosotros mismos. Intentando en ocasiones, (como en mi sueño) arreglar situaciones espirituales a través de complejos medios naturales, (llámese como se llamen) que nunca van a hacernos libres; porque tal como dijo el Señor Jesús: Así que, si el hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.  ( Juan, 8:36)  No hay otra manera.

El Señor ha equipado a su Iglesia, con un bagaje espiritual tan grande, que nos es necesario salir afuera (de nosotros y del salón) para compartirlo; la gente, el mundo, está deseando conocer a Jesús y a su Iglesia, de distinta manera a la mostrada hasta ahora. A la manera del Señor Jesucristo; salvando, sanando y liberando. Según nos muestran los evangelios la forma de actuar de nuestro Señor Jesucristo.

….Recorría Jesús todas la ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. ( Mateo, 9:35)

Debemos creer, aun mas de lo que ya lo creemos, que la Biblia es la Palabra real de Dios; que todo su contenido, todas sus recomendaciones, todos sus preceptos, aún están en vigor; es mas, nunca han dejado de estar en vigor.

Y que la gran comisión, y sus resultados, también continúa estando en vigor. ( Mateo, 28:18-20;  Marcos, 16:15-20)

¡ Hay, si la Iglesia de Jesucristo se atreviera !

Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho. (Juan, 15:7)

 

 Que la Gloria sea siempre para nuestro Dios.